Desde principios de siglo, los artículos eléctricos han invadido nuestra vida cotidiana. Ahora, la energía eléctrica empieza a ser vista como una solución a la contaminación provocada por los automóviles. Si bien esta transición se ha mantenido muy lenta durante los últimos diez años, se ha ido acelerando a medida que han cambiado las restricciones legales y las necesidades del mercado. Incluso si el automóvil eléctrico en sí mismo no logra dominar el mercado, la tracción eléctrica está ocupando un lugar importante en nuestro impulso para alejarnos de los vehículos que funcionan con gasolina. Otra solución, los vehículos híbridos, combinan dos fuentes de energía (eléctrica y química), reduciendo el consumo global de combustibles fósiles. Los vehículos de celdas de combustible también son una de las tecnologías más prometedoras para el futuro, con la capacidad de utilizar cualquier combustible: el hidrógeno es el combustible ideal desde el punto de vista ecológico, pero está limitado por problemas de infraestructura y almacenamiento. Este libro explora todas estas diferentes soluciones para hacer que nuestros vehículos pasen del consumo de combustibles fósiles a fuentes de energía nuevas y más respetuosas con el medio ambiente.
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